Hacemos todo lo posible para que el agua se infiltre en la tierra, dejando mas pasto, procurando tener una cubierta vegetal que proteja al suelo, luchando contra la erosión, con diques en arroyos, haciendo microbalsas, con zanjas de infiltración, procurando que hormigas, lombrices, escarabajos peloteros y todo tipo de animales que aflojen la tierra y ayude a retener el agua encuentren las condiciones que necesitan.
Para entrar en un circulo virtuoso, más retención de agua (infiltración) = más hierba = más insectos, más lombrices = más infiltración.
La gestión sostenible de la tierra y el agua para usos agrícolas es fundamental para la seguridad alimentaria mundial, especialmente habida cuenta del cambio climático y la creciente inestabilidad del tiempo meteorológico.